Para cerrar la trilogía comenzada con 'The Scarecrow', tenemos el disco
'Angel of Babylon', editado de manera paralela a su predecesor, 'The Wicked Symphony' (
aquí su crítica). Así como TWS se movía más en temas que nos recordaban a los ya lejanos Metal Opera, este AOB es más cercano a los sonidos
Hard-rockeros de el disco del espantapájaros.
El disco comienza con
Stargazers, al igual que TWS Tobias Sammet dejó claro que iba a por todas desde el primer tema, aquí repite la jugada, ya que es un tema de esos que te dejan huella desde la primera escucha. Comienza con una introducción donde Sammet, Lande y Allen melódicamente e intercambiando frases nos adentran en los más profundo de la canción, donde para más tarde entra Michael Kiske con un estribillo épico a son del título de la canción:
Stargazers, Stargazers..; en estas tesituras nadie se maneja tan bien como Michael Kiske.
Continua con la canción que lleva el nombre del disco,
'Angel of Babylon', que ya desde las primeras notas nos lleva al 'Another Angel Down' del 'The Scarecrow'. La entrada de Lande en escena es brutal, como suele ser habitual en él, un gran tema y uno de los mejores de este disco.
'Your Love is Evil' es un tema muy del rock de los 80, en el que Tobias Sammet se lo guisa y se lo come él solito, notabe interpretacion la de éste, en la que vuelve a demostrar su talento vocal alcanzo dificilísimos registros en el estribillo acompañado de un coro.
Y llegamos a
'Death is Just a Feeling', para mí una obra maestra, y una de las mejores canciones que ha compuesto el alemán. Fiel sucesora de 'The Toy Master' donde Alice Cooper nos adentraba en ese tono macabro. En esta ocasión Tobias decide contar con Jon Oliva, el cual sencillamente lo borda, clava cada una de sus frases y dota al tema de una espectacular garra, bien acompañado por esa ambientación musical que nos lleva rápidamente a una sala oscura donde Oliva practica sus juegos macabros. El estribillo es simplemente genial, con un coro que queda de lujo, y una melodía muy pegadiza donde Jon Oliva lo da todo. Después se le une Sammet, el cual para nada desentona, y nos muestra la polivalencia de su voz, en unas lineas vocales más progresivas. Un grandísimo tema, y para un servido el mejor de este disco.
De nuevo volvemos al Hard Rock, el estilo predominante de este disco, con
'Rat Race', donde Jorn Lande hace entrada en el tema hasta dar paso a Tobias. Es un tema muy pegadizo, y con un sonido que perfectamente podría entrar en uno de los últimos discos de Edguy. Además, por primera vez en los dos discos, los sintetizadores que preceden al estribillo no chirrían, si no que le dotan cierta elegancia.
A continuación sigue
'Down in the Dark', un corte del mismo estilo que su predecesor, donde otra vez Jorn vuelve a entrar en escena, y es que el noruego en estos temas se mueve como nadie . Con un estribillo épico y pegadizo, y unos coros colocados a la perfección, es uno de los temas con más clase del disco, donde los dos cantantes, compenetrados a la perfeccion, nos ofrecen una gran interpretación.
'Blowing Out The Flame' es la balada de turno, donde acompañada en su inicio de un piano, Tobias Sammet nos vuelve a demostrar lo gran baladista que es. En el estribillo un coro gospel se une a la voz del alemán para darle una gran dosis de belleza a ala canción. Aún así yo le hubiera metido una voz femenina para redondear la canción, Amanda Somerville hubiese sido perfecta.
Rápidamente cambiamos de registro para volver a la tenebrosidad con
'Symphony of Life', única canción en la que no participa Tobias Sammet, y que además no está compuesta por él, si no por el guitarrista y genial productor Sascha Paeth. El peso de la canción recae completamente sobre la desconocida Cloudy Yang, y se desnvuelve muy bien, interpretando un tema muy difícil, y bello, pero desafortundamente no tiene la suficiente carisma como para aguantar toda la responsabilidad de interpretar un tema de Avantasia al completo, y yo hubiese metido alguna colbaoración, mi preferido hubiese sido Roy Khan, que ya colaboró con la canción 'Twisted Mind' en el anterior disco. Así todo, un gran tema.
'Alone I Remember' empieza con unos sonidos de blues americano, donde de nuevo cuenta con la colaboración de Jorn Lande, quien a pesar de no desentonar, no me parece el cantante adecuado para esta canción. Se dice que Sammet quiso la colaboración de Sebastian Bach (Skid Row), no tengo ninguna duda en que era para este tema, ya que es muy de sus estilo. Con un estribillo muy pegadizo y rockero, Tobias firma un gran tema.
El siguiente corte es la prescindible
'Promised Land', y digo prescindible porque es un tema que ya appareció en uno de los singles de 'Lost In Space', y se han limitado a hacer unos arreglos y a vanetilarse de un plumazo las líneas vocales de Michael Kiske, lo cual es para mí un tremendo error, pero supongo que habrá sido en pos de cuadrar la canción dentro de la historia. Pero no por ella deja de ser un gradísimo tema.
'Journey to Arcadia' pone de una manera magistral el broche final a este disco. Comienza con un pletórico Bob Catley, recordando por su inicio a 'Cry just a Little', y por su coral estribillo a 'The Story ain't over', sus dos baladas de "The Scarecrow". Hay que ver lo bien que lo hace este veterano cantante en estas canciones que coquetean con el Rock sinfónico. Tobias Sammet, le secunda muy bien, aunque no está a su mismo nivel, pero ofreciendo una notable actuación también. Una excelente canción, donde también se deja ver Russell Allen, el cual también está a un gran nivel, y su aparición desemboca en unos espectaculares coros. De los mejores temas del disco, y creo que no hay mejor manera para finalizar un disco de este calibre que con esta canción.
Y así concluye este disco, que supuestamente pone fin al proyecto
Avantasia, aunque yo confío plenamente en que no sea así, y nos pueda deleitar en el futuro con nuevas joyas, como la que nos ha ocupado.
8/10
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